Hoy quiero recomendarte un libro que hizo que sanara el vínculo con mis padres, conmigo misma y con la vida: “¿Dónde están las monedas?” de Joan Garriga Bacardí. Es un cuento para adultos. Si quieres puedes escucharlo aquí:
Joan Garriga nos dice que de forma simbólica nuestros padres representan la vida, así que si estamos en paz con ellos, estamos en paz con la vida.
Aún hay acontecimientos en mi vida que me recuerdan que esto es un proceso, y que no terminamos nunca de aprender. Aceptar y amar la vida tal cual es, no es algo que puedas hacer en un día, pero el hecho de plantearte tomar a tus padres con sus luces y sus sombras, ya te da impulso y te acerca al objetivo.
Siento que todos somos niñ@s con necesidades no resueltas, y de alguna manera abandonad@s, porque, aunque hayas tenido los padres más generosos del planeta tierra, nunca parece que tengamos suficiente. Sin embargo, tomar lo bueno y lo malo de la vida te hace pasar del estado de víctima al estado de maestr@, al fin y al cabo esto es un principio existencial: aquello que rechazamos nos ata, aquello que aceptamos nos libera.
Ya lo dijo San Agustín: “Ama y sé libre”
El camino de sanación de todos nuestros problemas es restaurar el amor que sentíamos de niños hacia nuestros padres. Joan Garriga nos dice que las personas que avanzan en este proceso de amor hacia sus padres, de tomar sus monedas y ponerse en paz con ellos y con su historia suelen sentirse más íntegras, congruentes y amorosas. Mejoran en sus relaciones personales y afectivas, ganan madurez, serenidad y sobre todo autoestima, se alinean con el misterioso fluir de la vida.
“Cuando no aceptamos la realidad de lo que nos ha tocado en cierto modo también nos negamos a nosotros mismos. Quien niega sus orígenes desdibuja su identidad. Quien amputa una parte de su trayectoria se encuentra eternamente en fuga, intranquilo.”
Joan Garriga- ¿Dónde están las monedas?
En cierta manera, en mi propia experiencia, el hecho de haber viajado tanto y haber vivido en varios países durante los últimos 10 años, me mantenía siempre en fuga, negando de alguna forma mis orígenes, adaptándome con facilidad a las otras culturas, huyendo de mi núcleo familiar de origen que sentía me axfisiaba… hasta que por circunstancias de la vida caí de nuevo en España y sentí al fin, que el hogar es donde todos tus intentos de escapar cesan.
“Muchas veces, aceptar a los padres se logra a través de la rendición que nos llega al comprender que también ellos tuvieron problemas, y sobre todo, que lo que vivimos fue exactamente lo que necesitábamos para edificar la vida que tenemos. De este modo nos ponemos en paz con nosotros y con nuestra historia.”
Joan Garriga- ¿Dónde están las monedas?
