Es importante hacer un rito de transición para  cerrar el año y empezar uno nuevo y qué mejor que hacerlo a través de un ritual; un acto simbólico que nos centra en el presente y abre una puerta para trascender las líneas del tiempo y el espacio.

El ritual que te presento es un ritual germano. En 1582, el papa Gregorio XIII introdujo un nuevo calendario; el gregoriano. Éste corregía un ligero desfase del calendario juliano, en vigor desde el año 46 a.C., y es el que se utiliza hoy en día en gran parte del mundo. Ese desfase son doce días. En este ritual, hacemos una cuenta atrás de esos doce días comenzando el 25 de diciembre. Cada uno de esos días se dedica a un mes del año y cada mes está asociado a un tema.

Antes del 25 escribe 12 deseos que sean realizables y que estén conectados con tu intención y misión de vida. Recórtalos y guárdalos en una cajita.

Cada día desde el 25 de diciembre hasta el 5 de enero, coges un papelito de esos 12 deseos que escribiste y sin leerlo, lo quemas.

El último día te quedas con el último papelito que te ha quedado y ese deseo se convertirá en tu responsabilidad, tu misión y tu compromiso para todo el año.

Ten en cuenta que cada deseo lo tienes que pedir desde tu interior más consciente ya que después será tu misión del año.

También cada día desde el 25 en adelante junto con la quema de los papelitos, te recomiendo que respondas a las preguntas de reflexión de cada uno de los meses del año.  Aquí te dejo la presentación con todas las preguntas listas para que reflexiones a tu ritmo.