YLANG YLANG. El aceite del niñ@ interior.

“Ylang Ylang es un poderoso remedio para el corazón. La moderna sociedad actual honra y admira la mente sobre el corazón. Aún así el corazón con sus formas intuitivas de recibir la información es una parte esencial del alma. Ylang ylang vuelve a conectar un individuo con su yo infantil y las formas puras y simples del corazón. Fomenta el juego y restaura una naturaleza infantil y la inocencia. Asiste en el acceso a la intuición o “corazón sabe”.

Es también un poderoso remedio para la liberación de un trauma emocional del pasado. Ayuda a las personas en la liberación de emociones reprimidas, como la ira y la tristeza. Sentimientos que han sido enterrados en el interior son fácilmente llevados a la luz a través de la asistencia de Ylang Ylang. Este aceite permite que la sanación emocional fluya naturalmente, nutriendo el corazón a través del proceso. Recuerda a la persona que la alegría puede ser sentida y experimentada más plenamente al permitir que el corazón sienta su gama completa de emociones.” Este texto me lo pasó mi profesora de yoga, pero desconozco la fuente. 

Muchas cosas mágicas me han sucedido con este aceite esencial tan poderoso que uso muy de vez en cuando y que no me he atrevido a poner aún en el difusor que me mandó👉 @oilsandfriendsbygloria. Soy muy sensible a los olores y este aceite en concreto me remueve mucho el corazón.

Sincronicidades de la vida, el otro día llevaba encima este aceite cuando me regalaron una vela hecha con el mismo aceite, así que por eso he decidido dedicarle esta publicación. Gracias Lucía 👉 @sencillezplena por la vela.

Este aceite es extraído de las flores de un árbol cuyo aspecto no es tan espectacular ni hermoso, pero el aroma de las flores es indescriptiblemente dulce y magnético.

Estas fotos que comparto contigo son de Costa Rica, del árbol de Ylang Ylang que saludaba cada mañana al ir a mis clases de yoga. Oler sus flores me devolvía al momento presente y, recordar ese gesto ahora, me devuelve sentimientos de melancolía mezclados con sentimientos de enorme gratitud de haber podido tener esa experiencia. En España no hay árboles de Ylang Ylang pero me encuentro piedras y hojas con forma de corazón en la naturaleza, o mensajes en mis bolsitas de té u otras señales, que me hacen honrar las decisiones que tomo con el corazón. Al inclinar mi cabeza mi corazón se llena de amor y alegría. Al inclinar mi cabeza permito que el corazón me guíe. 

Hablando de la guía de nuestros corazones, me parece muy oportuno mencionar aquí un extracto de 👉  “Las enseñanzas de Don Juan”, de Carlos Castaneda: 

“Observa cada camino detallada y deliberadamente. Hazlo tantas veces como sea necesario. Entonces te debes formular una pregunta. Es una pregunta que solamente se plantea la gente mayor. Mi maestro me la enseñó cuando yo era muy joven y mi sangre demasiado vigorosa para que la pudiera entender. Ahora la entiendo. La pregunta es: “¿Ese camino tiene corazón?”.

… Si lo tiene, el camino es bueno; si no, es inútil.

Los caminos no llevan a ninguna parte, pero unos tienen corazón y los otros no.” 

Reflexiona bien cuando tengas que tomar una decisión, si te encuentras en un cruce de caminos, te invito a que, acompañad@ del aroma de la esencia de las flores de Ylang Ylang, abras tus sentidos y escojas aquél camino que tiene corazón, porque el camino del corazón no se equivoca nunca.