“UNA VEZ A LA SEMANA”

FECHA

Hoy hace una semana que tomé la decisión de meterme una vez a la semana en Instagram y ahora que ha llegado el día de meterme, me daba miedo hacerlo. 

Hace una semana escribía esto:

“Una vez a la semana” han sido las cinco palabras que he pronunciado durante mi meditación. De alguna manera estaba recitando los mantras “perdóname, lo siento, gracias, te amo”, en el intento de incorporar cada mañana técnicas de ho’oponopono, cuando, a pesar de tener la conciencia de estar meditando y dirigiendo mi mente hacia la recitación de esos mantras, mi mente ha llegado hasta Instagram y las tareas pendientes que tenía por hacer… y… “¿por qué de recitar mantras, mi mente ha llegado hasta aquí?”– me pregunto. “¿Será porque últimamente dedico más tiempo del que me gustaría a estar en Instagram y me meto como unas 10 veces al día?” “Una vez al día es suficiente”. 

Mientras mi mente pensaba en todo esto “Una vez a la semana” han sido las cinco palabras que han salido de mi boca… El solo hecho de pensar meterme en Instagram una vez a la semana me generaba estrés, porque tengo ya el hábito, porque me comunico con algunas amigas solo por Instagram, porque seguro que me pierdo algo… Y, sin embargo, con la presencia de mi yo superior, ahí, como si estuviera a mi lado, he vuelto a repetirme “Una vez a la semana”. 

Tras la meditación me he metido en la aplicación “Your Hour”; una aplicación gratuita que te permite ver el tiempo que empleas en cada aplicación. Hacía mucho que no usaba esta aplicación y me he sorprendido de ver que en estas navidades mi empleo promedio en WhatsApp ha sido de 1 hora y 40 minutos y que en Instagram ha sido de 40 minutos… ¿¡2 HORAS AL DÍA!? En esas dos horas al día podría escribir un libro, leer mucho más de lo que hago, estar presente con mis hijos, pintar cada día con mis acuarelas… No estoy sentada con mis hijos haciendo “nada” dos horas al día nunca ¡qué fuerte! Tenemos un problema como sociedad si la gente está como yo. Y sé que muchos andan peor que yo. 

¡Tengo que tomar medidas YA! 

Este es un problema, un hábito tóxico que llevo detrás de cambiarlo mucho tiempo, pero ahora tomo el poder. Voy a establecer mi nueva rutina de minimalismo digital  y a avisar a la gente. Ahora solo miro Whatsapp 3 veces al día, si siento el impulso de preguntar algo o de decir algo a alguien lo escribo en un papelito y lo hago en bloque en esos 3 momentos. Cuando quedemos con alguien, 30 minutos antes del encuentro lo miraré. 

Educaré y me educaré a mi misma de que si alguien quiere algo que me llame, si es algo urgente que me llame, que si hay un cambio de planes, de hora o de lugar… que me llamen. 

Ya iré encontrando la manera. Tengo el poder sobre mis redes y predicaré con el ejemplo, aún tengo que entrenarme pero ya he tomado la decisión. 

“Haz tu tarea, después retírate, he aquí la única senda hacia la serenidad”- Lao Tse.

Y así terminaban mis página matutinas del 3 de enero.

En esta semana me he pillado a mi misma cada día con el hábito repetitivo de querer entrar en la aplicación tras chequear mis e-mails y otros mensajes. Ahí reside el problema, en los actos que hacemos en automático que nos llevan a perder nuestro foco de atención. Por suerte, gracias a que coloqué el acceso a Instagram fuera de la pantalla de inicio de mi móvil, ese pequeño gesto me ha permitido ser consciente de adónde se dirigían mis dedos y parar mi impulso. Es algo así como la gente que está a dieta y se pone un candado en el frigorífico… el candado y tener Instagram a difícil acceso son pequeñas ayudas para volver al presente, respirar y recordar cuales son mis prioridades y que estoy haciendo esto por amor propio y para dedicarle el tiempo a otras cosas que me devuelven al presente. 

Esta semana de experimento me ha servido para leer más, jugar más con mis hijos y estar más atenta de las cosas que me rodean en el aquí y ahora. Me he notado más calma, serena, enfocada y plena.

Si has sido capaz de mantener tu atención y leer hasta aquí, te recomiendo de corazón que tomes conciencia del uso que le das a tus redes y diferentes aplicaciones. Toma algunas medidas que te ayuden a tener un uso moderado y equilibrado. Tente paciencia y hazlo con mucho tacto y amor, la adopción de medidas que te acercan al minimalismo digital no es un proceso de una sola vez; requiere ajustes continuos.

Me encantaría saber tu opinión acerca de este tema, si tienes mi teléfono llámame y charlamos, si no es el caso, déjame tu comentario, estaré encantada de leerte.


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