LUNA ROJA. MUJER CÍCLICA
mujer cíclica

FECHA

Hoy 8 de marzo, Día de la Mujer, tengo la necesidad de honrar el trabajo que ha hecho y hace Miranda Gray por las mujeres y recomendar su libro👉 “Luna Roja”. Un libro que me ha cambiado la vida y que siempre recomiendo a cada mujer que se cruza en mi camino. .

Me vino la regla a los 12 años en un campamento de verano. Desde que cumplí 11 años y fui consciente de que iba a ser mujer, pedía cada noche de luna llena que no me viniera la regla por primera vez durante el campamento de verano. 

Mi amiga Mónica y yo hacíamos un pequeño ritual de conexión con la luna llena; mirábamos con atención a la luna, pedíamos un deseo y repetíamos 3 veces: “Luna llena tú eres la más bella” con la esperanza de que ese deseo se hiciera realidad. Sin embargo, tanto me concentré en mi deseo, que la luna no escuchó la negación del mismo; “que no me venga la regla en el campamento de verano”, se convirtió en un “que me venga la regla en el campamento de verano”. Mi madre no estaba allí, tampoco recuerdo a mis hermanas, pero por suerte estaban María y Elena, mis monitoras de unos 22 años, acompañándome en el proceso. 

Fue todo un trauma convertirme en mujer en ese momento, lloré mucho y desde ese momento hasta que la maternidad dio un propósito a mi menstración, rechazaba los dones cíclicos de ser mujer. En mi casa éramos 4 mujeres y tener la regla era “un coñazo”, la menstruación estaba siempre rodeada de sufrimiento, rechazo y negatividad. Mis reglas de adolescente me tumbaban en la cama y cada 28 días vomitaba mi dolor… textualmente; una vez al mes mi estómago me gritaba… “¡Acepta tu condición de mujer, Carolina… ese el camino!” 

“Luna Roja” de Miranda Gray, es un libro que me ha dado mucha claridad y autoaceptación. Somos mujeres cíclicas gran parte de nuestra vida y descubrir que hay cuatro mujeres muy diferentes en mi, debido a mis cambios hormonales y a la luna, ha relajado mi mentalidad lineal, que me juzgaba y machacaba porque no entendía porqué un día estaba bien, y al día siguiente mal. 

Al igual que he podido comprenderme mejor en esta ciclicidad, la gente que me quiere y me rodea ha podido también comprender todos estos cambios. Mariano, mi pareja, sabe perfectamente en qué fase me encuentro y no me juzga, es compasivo, paciente y comprende que mañana será diferente. 

Seguir los ciclos lunares y reconocer mis propios ciclos me ha ayudado a tener mucha claridad en casi todos los aspectos de mi vida. Hoy me doy gracias a mi misma por hacer un trabajo de auto observación a través de varias herramientas, pero quiero señalar aquí una muy conectada con la ciclicidad: los diagramas lunares. Dedicaré pronto un artículo a este tema. 

Recupero un extracto de mis páginas matutinas, que ilustra muy bien la falta de comprensión que tenía sobre mí misma. 

“Hoy me siento encabronada y cascarrabias… por qué no puedo ser feliz. Soy la gata flora*. Estoy con la regla y hace dos reglas que me duele mucho y que mi humor es de perros…. no me siento estable; ¿ayer estaba tan contenta y hoy amargada? No me entiendo ni yo. Tengo la sensación de que siempre estoy mal, enfadada, amargada, sin capacidad por agradecer de forma auténtica por todo lo vivido. Y siento que cuanto más me busco, menos me encuentro

*”La gata flora. Si se la ponen, grita. Si se la sacan, llora” es una expresión que se usa en Argentina. Significa y representa alguien que no se conforma con nada, una persona quejica, a quien no le viene bien nada. 

Ahora sigo teniendo este humor de perros, especialmente en mi fase premenstrual, eso no ha cambiado, la diferencia es que ahora ya sé que tiene una explicación y soy capaz de aceptarme en esos días, acogerme, maternarme, ser paciente conmigo misma y darme mucho amor, aparte de alejarme un poco de los demás para que no se perjudiquen de mi malas vibraciones. 

Comparto contigo ahora una pequeña explicación del encuentro mensual que llevo a cabo con las cuatro mujeres que hay en mi, para que si desconoces este tema, intentes indagar y establecer un camino de introspección que te permita verte reflejada a ti también en ellas. 

Conectar conscientemente con la luna y sus ciclos es una manera maravillosa y poderosa para integrar la sabiduría de lo cíclico en nuestras vidas. Hay cuatro fases lunares, del mismo modo que existen cuatro fases en el ciclo de la mujer. Cada una de las fases lunares se corresponde con un arquetipo, te invito a que escuches las meditaciones que he grabado relacionadas con cada arquetipo en el momento adecuado de tu ciclo menstrual. Están basadas en las meditaciones sugeridas en el libro “Luna Roja” de Miranda Gray.

🌓La luna creciente:

La Luna creciente está relacionada con el Arquetipo de la Doncella, la pre ovulación que es una fase dinámica y de acción y la primavera. 

La Doncella es la Virgen, “completa en sí misma”, independiente. Es impulsiva, se rige por sus ideales y busca la verdad. Tiene la capacidad de planificar, de fijar objetivos y de dirigirse hacia ellos.

🌝La luna llena

La Luna llena está relacionada con el Arquetipo de la Madre, la ovulación que es la fase expresiva, amorosa y fértil en todos sus aspectos y el verano.

La semilla florece, da fruto y madura gracias al calor del sol y a los nutrientes de la tierra. El Arquetipo de la Madre nos remite a la Gran Madre mitológica, a la Madre Tierra, fuente de vida, útero creador, con capacidad de creación y de destrucción. Es sensual y encuentra el placer en la unión. Sabe cuidar y cuidarse y marcar límites.

🌗Luna menguante:

La luna menguante está relacionada con el Arquetipo de la Chamana, la premenstruación (fase altamente creativa, de conexión con nuestro inconsciente, con nuestra herida y con nuestra verdad) y el otoño. 

Tiempo de recoger la cosecha, de iniciar la poda, de luz decreciente. La Chamana conoce su sombra, se guía por su intuición, es libre, guerrera y sanadora. La Chamana sabe sopesar, y hace balance.

🌚La luna nueva:

La Luna nueva o luna negra está relacionada con el Arquetipo de la Anciana, la menstruación (fase de introspección, de descanso) y el invierno.

Es un periodo de hibernación, de quietud y de renovación. La Anciana ha cultivado el don del silencio, la escucha, y el desapego. Sabe que en el vacío y en la muerte está la semilla de un renacimiento. Es sabia y visionaria. Su fase de conexión con lo más profundo en nosotras, el lugar en donde las visiones creativas se gestan.

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Espero que este artículo y sus meditaciones te hayan servido para conectar con las cuatro mujeres que hay en tí. Cuando somos niñas somos lineales, después la mayor parte de nuestra vida somos mujeres cíclicas y tras este periodo, con la menopausia, nos adentramos a un espacio de conexión con el mundo interior, una etapa de mayor creatividad donde los dones de la chamana y la anciana son más destacables.

El ciclo menstrual es una fuente de maravillosas energías creativas, espirituales, sexuales, emocionales, mentales y físicas, solo necesitamos descubrirlas. Y recuerda que no estamos fuera de la naturaleza sino que somos parte de ella y , cuando la honramos, hacemos honor a nuestra esencia.

Gracias por leer esta entrada de mi blog, me encantará leer tus comentarios aquí debajo 👇👇👇 y saber qué te han parecido las meditaciones.


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